La humanidad siempre ha querido destinar un sitio para guardar sus pertenencias para que estuvieran a salvo. La historia de las caja fuerte con un cerrajero en Marbella es la historia de la búsqueda de lugares en los que dejar documentos y objetos preciados para mantenerlos a salvo de ladrones.
Con el tiempo se comprobó que los lugares, por muy protegidos que estuvieran, no eran inexpugnables: siempre había resquicios por donde entrar. Así que se pensó en contener las pertenencias más preciadas en objetos que fueran muy difíciles de abrir. Nacieron el cofre y los candados. La primera noción de cajas fuertes en Vitoria que se conoce son los antiguos cofres remachados con hierro (aunque esos barrotes de hierro tenían fines decorativos).
Si bien el mecanismo de la caja fuerte ya era conocido hace 3000 años por los egipcios, ha sido en estos últimos 200 años cuando, con los avances de la metalurgia, se han conseguido crear verdaderos búnkeres de acero con mecanismos indescifrables para su apertura. Estos nuevos mecanismos no solo protegen el interior del robo, sino de la ignición y otros desastres naturales.
Fue la metalurgia la que también facilitó la aparición de las bóvedas de acero, con lo que bancos, casinos y edificios militares pudieron guardar su dinero y materiales peligrosos con total confiabilidad.
Ya en la era moderna se usan mecanismos innovadores para fortalecer aún más estos búnkeres de acero, aportando mayor seguridad a los mecanismos de apertura, como la apertura por huellas digitales o la lectura del iris.
Si duda alguna, la era digital que estamos viviendo está aportando también su granito de arena en lo que a criptografía se refiere para que las bóvedas y cualquier caja fuerte con un cerrajero en Marbella de los bancos se transformen en depósitos virtuales. Es decir, dinero flotante fuertemente protegido por barreras digitales inextricables al que ningún pirata digital puede acceder. En Cerrajería Locksmith Carlos Neira damos fe de ello... y un óptimo servicio.